domingo, 12 de febrero de 2012

Un águila imperial necesita una montaña para ella sola.
Pero si nos convertimos en gorriones, una manada completa podría vivir en mi jardín.
Sobrevivirían, sí. Y tendrían sus necesidades básicas resueltas.
Pero perderían la visión global.

Se están midiendo mucho últimamente las consecuencias de nuestra forma de vida para el planeta. Y su sostenibilidad.

Pero, y las consecuencias para nuestra especie… ¿Es que sólo vivimos de lo material?
Los recursos naturales son básicos, sí. Pero ¿y nuestras necesidades como individuos, como seres humanos?

¿Podremos todos satisfacer nuestros anhelos, nuestras ambiciones e ilusiones?
¿No seremos algún día demasiados para que todos podamos recibir nuestro pedacito de atención, de amor o de reconocimiento a nuestro talento?
¿En qué clase de sociedad nos encontraremos entonces? ¿En un mundo de infelices?
¿Y a dónde lleva eso?
Quizá a la indolencia, o la guerra permanente.
También hay que estudiar la sostenibilidad del ser humano, de forma global, no?